Esta tarde me fui temprano al campo a potasear tomates y pimientos,
Una vez acabado entre al gallinero a ver si habían puesto algún huevo las gallinas, y había tres, aun no dejo de sorprenderme cada vez que meto la mano en el ponedero y encuentro alguno, es algo mágico,
Por otro lado ya hay amigos y familiares que los han probado, y les ha sorprendido su sabor, y como no, tienen todo lo necesario para ser las reinas del sabor, desde que recogimos las patatas, me entretengo todos los días, y cuezo los desperdicios vegetales de la cocina con patatas hasta completar la olla, una vez cocido, lo dejo enfriar y lo mezclo todo, desmenuzándolo junto con un par de puñados gordos de harinilla. (subproducto de la harina, casi todo salvado), el resultado es una mezcla de pinta extraña, que por misterios del paladar gallináceo, les vuelve locas, hasta el punto de que cuando calculan ellas que voy a aparecer con la olla de harinilla y patatas, dejan de comer del dispensador de pienso.
El pienso que les doy es una mezcla de trigo, maíz, guisantes y habas, sin aditivos, pero que vamos, que donde se les ponga una buena olla a mis niñas...
También las estamos acostumbrando ( sin mucho esfuerzo), a cogerles todos los días un haz de hierba verde y se lo chiflan, están contentas, andurrean y corretean por el gallinero, comen bien, y se nota,
Mañana me haré unos huevos fritos con ajo y puntilla a la salud de mis gallinas.
--- Ya sabes algo mas, pero no lo sabes todo.
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