Todo llega,
Llega un momento en la que, como un globo de feria, te dejas llevar.
Vamos de procesiones?, venga, guiame. Guiame como el niño que arrastra flotando tras de sí un inmenso globo rojo titubeante tirado del hilo al resignante flotar entre ramas.
Hacemos una barbacoa con los viejos del instituto?, venga, cuantos mas mejor, que se queden con un buen sabor de boca ahora que aun soy persona, igual presentía esta apatía que llegaba como jinetes de algún apocalipsis primaveral.
Y bajas la guardia, por que has recibido tantos palos, instituciones, amigos, familia, que te das cuenta que no tienes enemigos, no los necesito, es mas, los añoro, no te creas que descartaría abrirle mi alma torturada a algún enemigo. Desfogar. Aunque pretendiera, no creo que pudiese herir sobre tanta cicatriz.
Hace mucho que no escribo, igual no lo necesité, creo que sólo escribo cuando vacío mi corazón de hiel, y ya derramaba a borbotones.
Hoy le dije a una amiga, para sorpresa mía, que notaba rabia contenida en mi corazón. Ganas de gritar, pero sin pulmones, sólo queda escribirme, por que al describirme noto como lato mejor, respiro. Sospecho que más que vaciar, copio sentimientos.
Me llama el sueño, imaginaré vidas alternas donde miro espejos esperanzados e ilusionados.
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