Hoy fui a una de esas maravillosas excursiones de abuelitos a.las que me estoy acostumbrando, entre senderismo y senderismo, comilona con la tercera edad,
La de hoy ha sido al puerto, frente a Cádiz, una mariscada rodeado de 7 sexagenarias diabéticos e hipertensas con ganas de sobrealimentarme, y servidor no esta por hacer feos a tan encantadoras damas.
Una vez terminada la comida, nos llamó la madre de José para decirle que los vecinos habían visto una rata meterse por el motor de su coche, a lo que José respondió que no se podía hacer nada, que ya saldría, regresamos a su barrio a las horas y saqué a pasear a mi perro, una pequeña sombra empezó a seguirnos salida del coche de José, Blue mi perro saltó hacia la sombra, desde hoy la llamaremos Rikitikitabi, una jovencita rata, que se asustó, se refugió entre mis botas, y al acercarse Blue, trepó chillando por mi pierna, acabando por refugiarse en la manga de mi abrigo, junto a mi axila, me quité con cuidado el chubasquero, mientras notaba como partes de mi cuerpo que no tenían pelos , incluso esas, se editaron.
Pensé soltarla en el jardín que tenía delante, pero al palparla tan delgada, y pensar que primero se había refugiado en el coche, y luego en mi, igual debía cuidarla, lleva dos horas comiendo pipas y pera como si la jaula fuera su casa de toda la vida.
Ahora esta durmiendo en una cajita que he puesto en el fondo de la jaula, os iré contando.
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